lunes, 5 de julio de 2010

La pertenencia como Patrimonio cultural en Costa Rica





¿ Qué es la cultura?

¿Un grupo de prácticas derivadas de la educación o su remanente patrimonial?

En la actualidad sabemos que todas las disciplinas conformadas por medio de sus practicas, resultan en cultura.
Podemos hablar entonces que existe una cultura económica, una cultura agrícola, una cultura deportiva, una cultura ganadera, una cultura de transportes, una cultura popular etc.
La cultura en la actualidad es vista como el resultado de las prácticas y del sedimento que se recoge a través de los usos y modos humanos en una localidad. La cultura es cultivo y por lo tanto es la suma del hacer y recoger el patrimonio sea este tangible como intangible. ¿Sigue siendo pertinente hablar de un Ministerio de Cultura? ¿O sería mejor hablar de un Ministerio de Cultura artística? No hay duda de que las artes y los oficios en tanto representaciones que provocan e innovan, son los que proyectan la identidad de un lugar hacia el futuro y por lo tanto los que demarcan la idiosincrasia, del griego, temperamento particular, tanto en el rasgo como en el pensamiento. Pero esto no sucede en solitario, no de manera aislada. La cultura del arte se manifiesta siempre de la mano de otras culturas porque es la expresión viva de la red social. No hay desarrollo cultural si no hay desarrollo de culturas populares y no hay desarrollo social sin cultura educativa y menos desarrollo del ingenio sin una sociedad que provoque una cultura del ingenio como resultado de la mezcla de culturas etc.
¿ Qué es cultura? Una perla, hecha a capas por el tiempo y la práctica de muchos. Eso es lo importante. La cultura es humanidad no sujeto, es solidaridad no idolatría, es tierra labrada del modo puriscaleño, red lanzada con la particularidad de los golfiteños, poesía creada de la manera turrialbeña y también culto al burocratismo de los josefinos.
La ruta del Patrimonio Cultural


¿Qué heredamos los costarricenses como patrimonio cultural? ¿Sabemos lo que es un patrimonio, pero un patrimonio cultural, lo valoramos realmente?

El patrimonio es mucho más de lo que va quedando generación tras generación, en los baúles de los museos, demolición tras demolición, de las casas de adobe, edificios de piedra, cal y argamasa, de las iglesias con todas sus pinturas, candelabros y trabajos artesanales.

El patrimonio es también la suma de lo que heredamos en nuestras familias, desde un rosario hasta una extensión de tierra. A las personas mayores se les suele quitar el patrimonio a cambio de firmas contrariadas y abusos de poder.

Son muchos los que dilapidan el patrimonio antes que descubrir su valor auténtico. Otros lo niegan en un acto extraño de soberbia generacional. Cuidar del patrimonio muchas veces se vuelve un deber que agota, como todo exceso, no es bueno vivir solo del pasado… pero el patrimonio que no es tangible, el patrimonio cultural de los pueblos es otra cosa. Se parece más a una red que a un objeto, porque es el resultado del hacer humano en un lugar, y que por lo tanto, lo identifica. Puede ser patrimonio cultural un grupo de árboles, un libro, un culto como la romería, un trabajo como el de los picapedreros, una historia, un recorrido como el de las antiguas rutas coloniales, una comida, una manera de hacer algo como la bebida de agua de sapo en el caribe o las retahílas en Guanacaste.

El patrimonio cultural de un lugar es su arte, su huella en el camino, su intangible herencia al ir haciendo idiosincrasia, e identidad de pueblo. Es nuestro deber cuidar de esta ruta de identidad y hacerla visible para las futuras generaciones como un generoso regalo que los ticos, en este caso, damos al futuro, para que los que vienen no se encuentren solo con los recuerdos de las demoliciones, de lo que fue y ya no está, sino de lo que sigue estando, de la ruta que se sigue caminando, como se caminó en la antigüedad dando origen a nuestra identidad. Invaluable asiento donde descansar la autoestima, para seguir de nuevo haciendo huella con la alegría de pertenecer.