sábado, 5 de febrero de 2011

¿Para qué sirve el arte?

Los ropajes del arte.

¿Para qué sirve el arte?
Pienso que el arte es una suma de prácticas u oficios, que sirven para mucho más que deleitar, emocionar e inquietar.
Fundamentalmente, al hacer arte nos convertimos en magos, porque manipulamos el tiempo.
Independientemente de los soportes y del grado de concesión comercial que se haga, traemos al presente, al escenario de la vida, en un primer plano lo que queremos legitimar o deslegitimar en una asociación permanente de intercambios semánticos, simbólicos, trasmitidos por medio de los sentidos, pero siempre restituyendo al tiempo de la experiencia.

En este sentido, el ámbito de las emociones que potencia los lenguajes artísticos, no esta desligado del ámbito de la razón, ni del cuerpo, como se ha confirmado desde la neurociencia. Hacemos arte con todos los escenarios de que disponemos y según la focalización del oficioso u oficiosa, así irá dirigida la propuesta.
La visión de parentesco entre el fenómeno del enamoramiento y el embelezo que proporciona el arte nacen con el romanticismo. Junto con el síndrome de Stendhal y la exaltación al autor como ídolo. A pasado agua por este concepto. En la actualidad cada vez la ciencia ratifica más lo que la intuición de la creatividad comunica desde hace mucho: todos somos uno.
Las reflexiones sobre lo¨ bello que posibilitan las categorías estéticas, sirven como ejemplo de este mismo desarrollo del pensamiento. Lo es  también la idea de Arte (prohelénico, sacro y hegemónico), versus el arte popular( prodionisíaco, pagano y devaluado), como resultado del idealismo alemán. Lo que nos muestra lo reciente del concepto (sXIX) y lo ligado al rol que va adquiriendo el artista en la sociedad, que más allá de sensibilizar, de emocionar, en el presente, no tiene para qués que no sean dados por la misma fábula del capital.

La realidad del arte es más profunda:  Empodera el presente, jerarquiza los roles de poder, borra, enmienda e investiga la realidad. Convierte lo cotidiano en significativo y lo significativo en un proyecto de conocimiento. Cuando vemos ejemplos del arte que juega con lo monstruoso, no podemos hablar del arte como  sinónimo de belleza que ya sabemos es relativa  y condicionada a la ideología.
Los lenguajes artísticos son poderosos en su capacidad de  remodelar el mundo. Prometen, diseñan y evalúan para luego, revaluar, rediseñar y prometer, inmortalizando temporalmente a la humanidad en un juego cognitivo que involucra los dos hemisferios del cerebro. Tanto las emociones y los sentidos como las ideas de mundo expuestas por medio de sus metáforas, forman parte de esta vida inteligente del planeta. Los dos remos son necesarios para navegar en el mar de la creación humana.
¿Será esa la respuesta a la pregunta para que sirve arte? o , al hacerse esa pregunta tipo caperucita, va implícita ya la respuesta simple del lobo: para comerte mejor.