viernes, 2 de marzo de 2012

Mi primera publicación en Ancora, Suplemento cultural del periódico La Nación, San José Costa Rica.


17 años y querer saber, ser, estar, no estar, no ser, no querer, no saber. 
Amar y pensar. Pensar y hacer. Hacer  la diferencia y amar la diferencia. Proponer neologismos y esperar la censura de la época y el medio. Fabular la metáfora y aprender a oír su música. Imaginar argumentos y esperar que cobraran vida en el ejercicio de ser apasionadamente convocados.
 Escribir desde los ocho años  y saber que escribiría los siguientes años ya desde los 17, robándole vida a la vida en esa doble mímesis de la ficción que nos permite por un lado vivir otras vidas y por el otro, no vivir la propia. 
Ejercicio inicial de la realidad virtual sin aparatajes ni redes que solo el arte y la escritura desde la antiguedad proponen.
17 años y una máquina de escribir Olympia y papeles con anotaciones a mano de lapicero bic azul.
17 años y un mundo por estilo para encontrar y montañas de libros por angullir y cientos de hojas al basurero y otras cientos guardadas.
 Trabajo, manía, identidad y sentido en este camino de los años por delante donde no han faltado libros rechazados en las editoriales, concursos no ganados y ganados,  para sumar hoy por hoy 5 novelas, 3 libros de cuentos y 2 de poesía, a partir  de este artículo inicial, cuando iniciaba la edición de mis primeras poesías.  ¿Cúantas horas de trabajo? ¿ Cúantos silencios?, ¿cuántos mutismo y luego  cuanta alegría de ver terminada una obra?...  y del otro lado la vida con su colorido animadísimo y su prisa y su carencia.... que sigue, que arrasa, que llama......


gracias a mis lectores por ser parte de este sueño despierto!