sábado, 12 de noviembre de 2011

Hace días una mariposa nocturna...

Los ojos de la mariposa

doreliaHace días una mariposa nocturna, de esa que trae el dibujo en sus alas de un par de ojotes negros ribeteados de amarillo, se instaló en mi casa y no ha podido, por más que revolotee dando vueltas por todo lado, salir.
Cada vez que la veo en plan de lucha pienso que entonces no es solo ante la atracción fatal de la luz que peligran estos animales tan bellos. También es ante el encierro y el transcurrir de un tiempo trastocado donde ya la cuenta de la noche separada del día perdió la batalla. Puede que la mariposa naciera dentro de la casa y de un día para otro se viera en la necesidad inexorable de salir a la noche plena y lo que ha encontrado a cambio son solo paredes y bombillos. Paredes que la remiten a una condición de prisionera fuera de su área natural … ¿pero es que acaso hay una? Si saliera tendría lo que se necesita para sobrevivir afuera? Pienso que la mariposa cuando se cansa se queda quieta, esperando que las ganas le devuelvan la energía para seguir revoloteando a la espera de localizar las puertas que le abro. Pero las puertas siguen abiertas y ella no logra ubicarlas.
Es entonces cuando me pregunto sobre la condición de mariposa de tantos seres humanos que viven sin poder localizar sus propias salidas, sus propios caminos. Unas veces la casa permanece cerrada durante tanto tiempo que efectivamente ya no tiene sentido el afuera, otras veces la casa abre sus puertas solo cuando hay mal tiempo para que la mariposa tampoco quiera salir, porque si sale muere; pero muchas veces la mariposa se agota en su lucha y decide permanecer el resto de su vida allí, con el alimento que le procura la misma casa aunque las puertas se abran. Entonces el pequeño mundo de una habitación, de una forma única de vivir, se convierte en todos los mundos posibles y la única luz a la cual darle vueltas se convierte en el motivo sobre el que planear las horas, los días y el sentido de la vida.
Una luz Dios a la cual darle las mejores vueltas en espera de que aparezca ante nuestro corto vuelo. Pero a veces no sabemos por qué, si en el caso de esta mariposa, gustándonos la oscuridad del cosmos, insistimos en mantenernos atraídos por lo mismo que nos mantiene presos. Una atracción hija de la costumbre y de la falta de rebeldía en los humanos, desconozco el plan genético de las mariposas, que ven solo con los ojos pintados sobre sus pieles y no desde la luz de sus conciencias.
  Author of this article: Dorelia Barahona

domingo, 21 de agosto de 2011

Mi cuerpo tiene la mente más bella que tu cuerpo. Del cuerpo como máquina al cuerpo como desahogo.

Mi cuerpo tiene la mente más bella que  tu cuerpo.



Del cuerpo como máquina al cuerpo como desahogo.

Hasta que el cuerpo aguante. Bella por sugerente esta canción de Miguel Ríos que pone en evidencia cientos de años pensando en nuestro cuerpo como una máquina que hay que usar, agotar y hasta reventar. La era industrial nos deparó entre otros, estos regalos ideológicos de máquina desarmada, donde se separa al cuerpo de la mente, al corazón del sexo y al alma del cerebro. Quedamos descuartizados en medio de una gran fábrica vacía de humanidad, donde un amo  enorme y silencioso siempre quería hacer uso de nuestras partes. Hombres y mujeres viviendo en función de sus partes o tratando de curarse mientas buscaban pegamento con que unirlas, fueron nuestros abuelos y seguimos siendo nosotros. El abuso surge entonces como un destino manifiesto para muchos que encontraron en el cuerpo lo único de lo que era dueños. La única propiedad psicológica adquirida en la vida. Había que abusar de las drogas, del trabajo, del carnaval ( el balconyn  como ultima insania social) y de la extensión del propio cuerpo, que para muchos es su pareja. Abusar de Eros con glotonería  o de Eros con el sarcasmo que brinda el mercado del sexo. Abusar también del dogma y refugiarse en los cultos para negar la dimensión física del alma encarnada. Tapar con recatos, velos y mangas largas, lo que el clima solicita se descubra en una cadena de mal entendidos sociales del tiempo y geografía de Matusalem. Malos entendidos por ignorancia y desconsuelo. Malos entendidos por soledad y aislamiento.

Vivimos sin espacios para el cuerpo. Las plazas monopolizadoras del fútbol alientan esta condición de abandono en las mujeres que no encuentras  aceras donde caminar, o parques donde correr. Así las cosas el cuerpo sigue siendo malo y el espíritu bueno, aunque las evidencias científicas digan ya lo contrario, apuntando a un cuerpo que piensa con sus emociones, que se enferma con sus prácticas físicas y mentales,. Un cuerpo que sueña, desarrolla carácter y lo muestra en su esfuerzo por hacerse amigo del tiempo. Un cuerpo que añora el recato en la práctica de la ética como virtudes intelectuales y morales de las mentes que lo habitan. Es allí donde urge el recato, la deliberación y la virtud en el modo de ser, como resultado de la educación,  la economía y el arte de la política. Recato por parte de los líderes sociales, por parte de los maestros y maestras,  madres y padres. Recato con lo que se hace, con lo que se dice, con lo que se negocia. Con lo que se desea. Recato como belleza moral. Así si! Solo cuando seamos así de maduros como sociedad, cuando dejemos de pensar en el cuerpo como desahogo, podremos decir aquella antigua frase tan sabia… de que hay que darle al cuerpo lo que este pida.  Entonces tendremos cuerpos sanos por mentes sanas.

Las mujeres lamentablemente no hablan de sus cuerpos, no definen estrategias sobre ellos, no se apropian de su espacio físico y de salud. Menos defienden esa maravillosa posibilidad que ofrece el baile de hormonas. Hablar del cuerpo es definirlo como A. Damasio:  como una extensión de naturaleza delimitada por la piel.¨ De suerte que la naturaleza humana lo es todo, mente, cuerpo y lo que de el logramos hacer los seres humanos, como los artefactos, los sentimientos, las prácticas éticas, las tradiciones etc.  No hay cuerpo sin mente ni mente sin cuerpo. No hay mujer ni hombre sin cuerpo y por lo tanto lo que decimos y regulamos sobre él, es el resultado de nuestras mentes y sociedades, así que el cuerpo de la mujer solo existe en la mente de una mujer y en la mente de un hombre que la observa.
Lo que a estas alturas da pena es lo que la mente observa en el cuerpo de una mujer que  pareciera ser un objeto de sumisión o de negación de sí mismo. Cómo que las vírgenes no tienen cuerpo y las que lo tienen necesitan recato y las que no son vírgenes comportarse de una forma que así lo parezca. Recuerdo cuando en la escuela nos decían que el cuerpo era el templo donde habitaba el alma… sigo pensando que lo es, pero tanto el cuerpo de los hombres como el de las mujeres.
Así que no solo me da pena tanta mujer con cuerpo negado como explotado y por el otro lado, tanto hombre sin capacidad de deliberación sobre su propio cuerpo, desbordándose  sin emoción ni trascendencia. Con los años los cuerpos se transforman y son lo que hicimos con ellos… así que un poco de cariño con nuestra materia natural no esta de más. Esta de menos horrorizarse ante el desnudo origen de las estrellas que todos los profetas han visto en lo humano. Esta de menos seguir pensando como fieras salidas de una cueva ante un pedazo de carne que hay que cubrir.  Sobre todo si pensamos en el ejemplo del cuerpo de Cristo como agente purificador en la tradicional comunión cristiana.

lunes, 4 de julio de 2011

La fábula de la felicidad

La fábula de la felicidad


Decía Aristóteles que el elemento principal de la tragedia y alrededor del cual todos los demás están construidos, es la fábula. Fábula como ordenación de los actos y por lo tanto el objeto de la obra. Porque no es tan importante imitar las maneras de ser o los caracteres de los personajes, sino presentarlos directamente en sus acciones de las cuales se derivan la felicidad y la infelicidad.
No es difícil inferir por la vocación actual al espectáculo, que vivimos en tiempos en donde la fábula, o el accionar humano representado, nos lleva a la búsqueda de la felicidad como fin de una obra. El problema es que esta obra no está montada por nosotros y mucho menos controlamos el argumento. Más bien parece que nos sentamos a ver lo que acontece en la fábula, con la inconsciencia de un niño que espera siempre un final feliz cuando no ha puesto a los personajes a trabajar para que esto suceda. Así vemos cómo el tema de la felicidad es tratado como un factor de consumo más en la lista de usos del ethos circundante. ¿Pero, qué me dice de la felicidad mi fábula? ¿Que soy feliz si consumo helados, si camino, voy a la iglesia, o bailo los sábados? Puede ser o puede no ser que estos acontecimientos me den felicidad, pero volviendo a Aristóteles, el camino de la felicidad no es la fábula aunque ella imite con sus acciones el estado de ser feliz, porque fábula es fábula y no realidad.
Desde la antigüedad la felicidad es necesariamente un camino concorde con la bondad y como resultado de esta unión surge la armonía y la belleza.
Nada ha cambiado y tanto la felicidad como la alegría son manifestaciones de un estado interno de paz, que en la actualidad solo vemos representado por las fábulas que nos hacemos de nosotros mismos y de nuestro entorno, y que siempre quedan cortas y parciales, en cuanto a modas, usos, marcadores de consumo y mediciones sociales, en cuanto a la búsqueda de singularidad sin precio que es la vida significativa y feliz.
Entretenidos y enajenados. La fábula de la felicidad o la felicidad como fábula es lo que nos dan los medios, la socialización sin pensamiento. El espectáculo de la imitación que nos mantiene entretenidos y enajenados.
La felicidad, la alegría, esa viene por caída libre, por instante adecuado e intención de búsqueda. Búsqueda manipulada socialmente o educada concientemente según vivamos.

La felicidad es la búsqueda de la felicidad, es la fórmula que construyamos entre la realidad objetiva, la conciencia y posibilidad heredada, dice Eduardo Punset en su libro La Búsqueda de la Felicidad.

Y la alegría, la alegría nos viene como resultado de la empatía con este entorno. Es energía y ubicación en el oiko. Es instinto y deseo de desear. Extensión de la naturaleza en lo bueno de cultura.
Pero seguimos confundidos y creemos que la fábula, el espectáculo de las emociones dirigidas, es la realidad objetiva y seguimos hablando de la felicidad desde una de sus múltiples representaciones, olvidándonos de la nuestra, la única, anónima felicidad que deberíamos estar construyendo todos los días como una fórmula siempre novedosa de estar despiertos e inspirar a otros a que lo estén.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Emancipados?

¿Emancipados?


dorelia
He oído a varios padres de familia mencionar con orgullo cómo sus hijos ya son independientes y gozan de una vida de adultos exitosa. Hasta aquí todo perfecto, pero si ponemos atención, como dicen los leguleyos: -y reunimos la prueba,- nos damos cuenta de que de independientes nada, porque resulta que el carro se los regaló papi, la ropa se las regaló mami, el tiquete se los regaló papi de nuevo, la fiesta para agasajar al jefe se las regaló mami de nuevo, y también el apartamento si es del caso, el menaje, el dentista, el oculista, y el spa, porque ser independiente es muy, pero muy estresante en la actualidad.
Claro que los padres-madres no queremos que nuestros hijos, sufran ni se enfermen. Pero hablar de independencia cuando no es el salario o la productividad pagada, el que marca el nivel de vida, sino el aporte de los padres suplementario y muchas veces por encima del propio salario es casi mitológico.
Y mitológico es la suma de autoengaños que venimos teniendo los ticos a lo largo de la vida. Estar de una manera cuando en realidad se está de otra en una especie de catalepsia existencial, que nos evita sufrir por un lado y nos evita crecer por el otro en la misma medida.
Pero es cierto que heredamos los que heredamos, y en esta cadena de favores de las familias, la independencia viene a ser un eufemismo en el sentido purista del término. La época de los pioneros que partían a hacer un país nuevo con tan solo un pico y una pala quedo atrás. Hoy el que tiene un pico y una pala desgraciadamente es difícil que pase a tener un carretillo.
Todo cuesta tanto  hoy en día… así que hay que arrimarles...cierto, pero no nos llenemos la boca con la palabra independientes cuando el bono paternal sigue pagando cuotas.
¿O es que la palabra independiente ya no tiene relación con ser emancipado ?

viernes, 18 de marzo de 2011

existían personas dedicadas a anudar y controlar los vientos; claro está, por medio de sus dones mágicos.


Vendedores de viento



• Con diferentes disfraces, siguen activos entre nosotros

Mucho antes de que existieran los Reyes Magos, en Corinto y en Constantinopla, como en otros puertos del Mediterráneo y del norte de Europa donde la navegación era el eje de la vida comercial y, por lo tanto, el sustento de sus habitantes, existían personas dedicadas a anudar y controlar los vientos; claro está, por medio de sus dones mágicos.
En tiempos de Constantino se sabe que un hombre llamado Sopater fue condenado a muerte en Constantinopla por el delito de atar los vientos con su magia ya que los barcos que llevaban granos a Egipto y Siria no pudieron llegar a la costa por falta de viento, lo que causó mucha rabia en el hambriento pueblo bizantino.
Los brujos o hechiceros filandeses también solían vender viento a los marineros detenidos en el puerto por falta de vientos o demasiado viento calmo. El viento que vendían estos hechiceros estaba encerrado en tres nudos: si deshacían el primer nudo se levantaba un viento moderado, con el segundo se producía un ventarrón y con el tercero, un huracán. Esta práctica era llamada el arte de amarrar el viento con tres nudos.
Magos públicos. Más adelante estas artes de amansar los elementos de la naturaleza pasan a ser atributos de los magos públicos o, como los llamaban las tribus australianas, los “encargados del sagrado almacén”, quienes van aumentando sus funciones, de solo mágicas, a mágicas y civiles, pasando a organizar, además de los vientos y otras fuerzas de la naturaleza que se ameritaba amansar en la región, las fuerzas del orden humano y social. Nace así “el caudillo”, el jefe hacedor de las fuerzas de la naturaleza.
De alguna manera, con el desarrollo de las culturas, el mago cede el paso al sacerdote quien, renunciando al intento de influir directamente sobre los procesos de la naturaleza para el bien del hombre, trata de obtener lo mismo apelando, ahora sí directamente, a los dioses que han ido surgiendo de manera conceptual y abstracta para que estos hagan lo que él ya no cree saber hacer por sí mismo, cuando era culturalmente considerado un dios entre otros dioses: un dios-hombre u hombre-dios similar a un hechicero poderoso, totalmente diferente del concepto de naturaleza divina con que construimos posteriormente a nuestro Dios.
Del mago al sacerdote, del sacerdote al rey y del rey al emperador. Este es el camino de ciertos hombres para los que no existe diferencia entre el orden de las ideas y el orden de la naturaleza, suponiendo, como estos han creído, que el dominio que puedan tener sobre las ideas les otorga el mismo dominio sobre la naturaleza y las cosas. De allí es fácil creerse especialmente capacitado para el control del ambiente que los rodea, tanto natural como humano.
La historia de estos hombres, que podemos seguir llamando “los vendedores de viento”, llega hasta nuestros días con diferentes disfraces: de líderes religiosos y espirituales, políticos, expertos vendedores, stars científicos, sanadores de todo tipo, dictadores territoriales, raciales, etc.
Como a Sopater. Mientras haya quienes les compren sus magias creyendo en sus poderes, seguirán manteniendo su fuerza y su poder en la sociedad. Ocasionalmente les sucederá lo que le sucedió a Sopater: el pueblo, al sentirse traicionado por la ineficacia de su magia, lo mata. El mismo pueblo que elige y mantiene en la cúspide a sus magos, el mismo pueblo que cree y compra las soluciones mágicas es el que después los señala como impostores y les pide cuentas.
Por lo tanto, no hay Sopater sin marineros necesitados de soluciones fáciles. Desgraciadamente, tanto para los pueblos como para los Sopater futuros, siempre habrá quienes acudan a los vendedores de viento creyéndolos verdaderos reyes magos.

sábado, 5 de febrero de 2011

¿Para qué sirve el arte?

Los ropajes del arte.

¿Para qué sirve el arte?
Pienso que el arte es una suma de prácticas u oficios, que sirven para mucho más que deleitar, emocionar e inquietar.
Fundamentalmente, al hacer arte nos convertimos en magos, porque manipulamos el tiempo.
Independientemente de los soportes y del grado de concesión comercial que se haga, traemos al presente, al escenario de la vida, en un primer plano lo que queremos legitimar o deslegitimar en una asociación permanente de intercambios semánticos, simbólicos, trasmitidos por medio de los sentidos, pero siempre restituyendo al tiempo de la experiencia.

En este sentido, el ámbito de las emociones que potencia los lenguajes artísticos, no esta desligado del ámbito de la razón, ni del cuerpo, como se ha confirmado desde la neurociencia. Hacemos arte con todos los escenarios de que disponemos y según la focalización del oficioso u oficiosa, así irá dirigida la propuesta.
La visión de parentesco entre el fenómeno del enamoramiento y el embelezo que proporciona el arte nacen con el romanticismo. Junto con el síndrome de Stendhal y la exaltación al autor como ídolo. A pasado agua por este concepto. En la actualidad cada vez la ciencia ratifica más lo que la intuición de la creatividad comunica desde hace mucho: todos somos uno.
Las reflexiones sobre lo¨ bello que posibilitan las categorías estéticas, sirven como ejemplo de este mismo desarrollo del pensamiento. Lo es  también la idea de Arte (prohelénico, sacro y hegemónico), versus el arte popular( prodionisíaco, pagano y devaluado), como resultado del idealismo alemán. Lo que nos muestra lo reciente del concepto (sXIX) y lo ligado al rol que va adquiriendo el artista en la sociedad, que más allá de sensibilizar, de emocionar, en el presente, no tiene para qués que no sean dados por la misma fábula del capital.

La realidad del arte es más profunda:  Empodera el presente, jerarquiza los roles de poder, borra, enmienda e investiga la realidad. Convierte lo cotidiano en significativo y lo significativo en un proyecto de conocimiento. Cuando vemos ejemplos del arte que juega con lo monstruoso, no podemos hablar del arte como  sinónimo de belleza que ya sabemos es relativa  y condicionada a la ideología.
Los lenguajes artísticos son poderosos en su capacidad de  remodelar el mundo. Prometen, diseñan y evalúan para luego, revaluar, rediseñar y prometer, inmortalizando temporalmente a la humanidad en un juego cognitivo que involucra los dos hemisferios del cerebro. Tanto las emociones y los sentidos como las ideas de mundo expuestas por medio de sus metáforas, forman parte de esta vida inteligente del planeta. Los dos remos son necesarios para navegar en el mar de la creación humana.
¿Será esa la respuesta a la pregunta para que sirve arte? o , al hacerse esa pregunta tipo caperucita, va implícita ya la respuesta simple del lobo: para comerte mejor.


sábado, 8 de enero de 2011

Me salvé de mi barbie. Piensa en rosa y no saldrás de tu casa.



Me salvé de mi barbie.

Si la barbie se hizo con la intención de que las niñas crecieran con un referente para seguir, yo nunca tuve Barbie. Si tuve madre, abuelas y bisabuelas, hermanas, amigas y vecinas. Todas ellas le ganaron a mi barbie.

 Cómo cuando era niña, veo en la actualidad el mundo de las barbies, renovado por todo un séquito de siempre nuevos accesorios, como de otro planeta: 
Un mundo rosa de cuerpos esmirriados, frágiles, pálidos, de pelos descoloridos y frentes con diadema que no salen de un tocador lleno de cepillos, espejos y cintas o de unas licras y vestidos usados en bailes de gala antigua, cuando los imperios hacían de las mujeres viandas negociables, por no decir que se sigue haciendo.
Muñecas de caderas estrechas, preanoréxicas, y pies deformes que si fueran animadas, tendrían permanente cita en el psiquiatra. Nunca sabrían cuan hermosas son, cuan sanas, cuan perfectas y cuantos maravillosos escenarios tener para ser felices. Claro que las Barbies nos siguen maravillando con sus mundos de fantasía, sus campanitas, haditas, pelos enredados y príncipes que aparecen como mástiles de barcos fantasmas en medio de un oscuro y paradigmático mundo del exterior, pero, ¿este es el referente que necesitan las niñas para crecer fortalecidas? Para crecer acompañadas con el : quiero ser como una muñeca ángel anoréxica rubia que necesita tanto apoyo para ser feliz y que no sale del espejo, de la cocina, del baile, de la enfermería, de la clase de ballet, etc, etc.
Creo que no hay barbies escritoras o filósofas o agrónomas aunque si he visto barbies fotográfas, pero en plan fashion, como todo lo Barbie.
Así que yo me salvé de mi propia Barbie!
Espero que cada vez más niñas se puedan también salvar de las que llegan y siguen llegando a su tierno escenario de vida, donde las comparaciones y deseos de piensa en rosa, se mezclan con el amor desbordante que generosamente están dispuestas a dar a cambio de ser queridas.