Paisajes:
El tercer cuerpo
La Real Academia de la
Lengua Española, define al paisaje de la siguiente manera:
1. Extensión de terreno que se ve desde un sitio.
2. Extensión de terreno considerada en su aspecto artístico.
3 Pintura o dibujo que representa cierta extensión de terreno.
El vocablo paisaje en castellano, fue tomado del francés paysage, conservando el mismo significado: representación gráfica de la geografía y cultura de un país desde el punto de vista de un observador. La etimología del concepto paisaje en inglés (landscape), proviene del vocablo holandés landschap. Éste último pasó a la lengua inglesa, a través de los siglos XVI y XVII, refiriéndose tanto a la apariencia visual de la tierra como a su contenido en términos de significantes identitarios.
1. Extensión de terreno que se ve desde un sitio.
2. Extensión de terreno considerada en su aspecto artístico.
3 Pintura o dibujo que representa cierta extensión de terreno.
El vocablo paisaje en castellano, fue tomado del francés paysage, conservando el mismo significado: representación gráfica de la geografía y cultura de un país desde el punto de vista de un observador. La etimología del concepto paisaje en inglés (landscape), proviene del vocablo holandés landschap. Éste último pasó a la lengua inglesa, a través de los siglos XVI y XVII, refiriéndose tanto a la apariencia visual de la tierra como a su contenido en términos de significantes identitarios.
Actualmente la idea
de paisaje aborda el sistema de interrelaciones conformadas por el medio ambiente, ( oikos) y el sistema de producción como cadena de
bienes y símbolos de poder para
conformar nuestra identidad como
habitantes de un lugar.
El paisaje
no solo es representación sino que la genera. Como paisanos, payeses, de un país que es retroalimentado en su expresión material, morfológica, en tanto resultado de
sus prácticas e ideologías.
Ecosistemas agrarios,
urbanos, mixtos. Barriadas, fincas, fábricas, centros comerciales, son el
resultado de esta huella humana que nos va conformando como un tercer cuerpo, siguiendo
la tradición hermeneútica. Huella de memoria individual y colectiva que nos
conmueve y nos enmarca el actuar y el soñar.
Los habitantes somos
parte del paisaje como el paisaje lo es de nosotros mismos. Un paisaje cargado
de almas, como sugieren los chinos y orientales en sus definiciones al
respecto. El paisaje es la mirada de un ojo que expresa el espíritu de su
tiempo hecho materia.
El paisaje no es un fragmento geográfico es la
materialización de la historia humana en su actuar sobre la tierra, sobre los
territorios.
Desde la comunidades dedicadas al culto de las estrellas, a
las comunidades dedicadas a la explotación de la madera o de los recursos turísticos,
allí van quedando las marcas sobre la pelota tierra. A veces feas cicatrices,
otras veces maravillosos jardines y salvajes selvas.
¿Qué son los países más que sumas de paisajes cual cuentas
del collar territorial imaginariamente
dividido?
Reconocer el paisaje como un tercer cuerpo donde vive el ser
humano es parte fundamental de la política, que debería velar por medio de su
planificación pública para la conservación de los paisajes patrimoniales y del alma
misma de sus paisanos-ciudadanos, más que de los paisajes que necesitan conservar o crear sus
inversionistas y socios empresariales.
De las iglesias con sus plazas como ejes sociales a los malls hay un cambio radical de paradigma.
¿Qué es lo que apreciamos al experimentar el paisaje como tercer cuerpo?