sábado, 14 de noviembre de 2009

La profesión de la profecía


 

La profesión de las profecías

 

Vivimos haciendo profecías. Grandes profecías, ideológicas, religiosas, (para los ortodoxos las únicas válidas son las de origen divino validadas por ellos mismos como divinas) cósmicas, políticas, económicas. Pequeñas profecías, derivadas de las primeras, familiares, amorosas, lúdicas, como respuestas a interrogantes: ¿será niño o niña?, ¿saldrá en la lotería el 54 o el 73?, ¿ ganaremos  o perderemos el partido dos a uno?, ¿ será dama o señor el futuro presidente del país? Existen también profecías que nos hacemos como afirmaciones:  El puesto va a ser mío. El premio va a ser mío. El contrato va a ser mío. Es un hecho que la beca es mía. El año entrante de fijo compro la casa. A como sea voy a tener el dinero para hacer el viaje. No me puede ir mejor en el examen. Esa mujer va a ser mía, ese hombre ya es mío, ese vestido, ese fin de semana, ese permiso… Grandes y pequeñas profecías todas  apelando a los deseos, al querer que lo profesado se haga ex profeso como una proyección del inconsciente. 

En la actualidad, bajo códigos más científicos, las encuestas nos siguen entregando predicciones, proyecciones, como resultado de un proceso racional de los datos, que, del otro lado de la balanza nos brindan los profetas con sus profecías desde los tiempos primordiales que registra la memoria. Todos, astrónomos y especialistas en cálculo exponencial, miden, calculan, incluido Notredamus, los datos que les proporciona la percepción del cielo con su dioses y la tierra con sus números, haciendo del sujeto y el cosmos un solo vehículo de conocimiento.

Todos proyectan sobre el futuro que no ha llegado, los resultados del presente, buscando que el lector quede atrapado en la maravilla de su profecía o predicción, para que así se convierta en uno más que profesa y la hace cumplir.  

Así sucede con los  profetas-políticos. Necesitan de fervorosos adeptos para distribuir sus manuales de vida, haciendo de las profecías cósmicas, profecías cotidianas, para quienes sean parte de ellas. Un ejemplo: las campañas publicitarias dirigidas a la autosugestión.  

La profecía, y considero que también la predicción, necesita de quienes la alimenten para existir, como es todo en el reino de los deseos. Por eso tenemos que tener cuidado con nuestra tendencia a las profecías autocumplidas que mencionaba Freud: - que seguro me roban a la vuelta de la esquina y tome. Que mi hija saldrá embarazada y… que ese asunto no va a funciona y tal cual… ¿Qué en el 2012 empieza un nuevo ciclo de mayor apertura espiritual?  Perfecto. Que se cumpla. ¿Que en el 2012 se acaba el  mundo y empieza otro?   Perfecto, yo soy del otro, todos somos del otro. Solo queda la duda para los que todo lo pueden y quieren. Para ellos como recomendación es mejor que se hagan su propia profecía ad messuram.

 ¿Que hace que suceda lo que tiene que suceder el querer que suceda? Puede. Mientras tanto mi profecía es tener y hacer bien mi profesión. Amén.


2 comentarios:

  1. La transformación que proponían los mayas para el 2012 ( y los hopis también) ya yo la veo cumpliéndose...pero como toda ley de desarrollo va en espiral...dialéctivamente moviéndose...y no pasará nada raro el 01-01-12, sino que seguirá la transformación.
    Si no creyera en eso...diay? qué pereza...jajajja
    Necesito creerlo, abro los ojos y lo veo...
    es mi propio sueño y quiero sentirlo para sostenerme.

    Un abrazo.

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  2. Dorelia, con esto de las prefesiones y la filosofia, de cocina, me acorde de juegos de expresion de sentidos anteriores, que quiero compartirte, http://pezcomido.blogspot.com/
    ahi sale una cosa sobre el camino del pez en la guata, que es una caricatura del camino de las esferas que alguna vez fueron los peces antes de tomar formas para moverse por el mar, en el traje de buceo, en el brazo derecho tenia dibujados los ideogramas chinos, de pez, agua ,camino, como un ejercicio de Zentido, que un dia terminara espero conmigo, comido por un tiburon, o fotografo submarino, con las dos manos y lavista en el camino,, pero aun sigue siendo una prehistorica necesidad comerme el ceviche,, quizas despues del 2012.

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